Un viaje inolvidable

Ha sido un viaje tan fugaz como inolvidable. Como os comenté en un post antes de irme, iba a ser todo un reto: la primera vez que salía de España, montar en avión, ver a los Take That... Han sido 4 días vertiginosos en los que nos hubiera gustado hacer más cosas, pero ha sido imposible puesto que nos hemos tirado más tiempo esperando en estaciones y de viaje de un sitio a otro, que disfrutando de nuestro entorno... Mi primer vuelo en avión fue... asombroso. Los que estéis acostumbrados a tomar aviones os reiréis de mi ignorancia de novato, pero para todos siempre hay una primera vez. Por un lado esperaba que iba a ser más impactante por lo que me habían contado, pero a la vez me pareció super flipante verme ahí surcando los cielos. Ciertamente cuando despega y aterriza es cuando más se te descoloca el cuerpo, pero una vez que te acostumbras, disfrutas mucho de la experiencia. ¿Cómo demonios lo harán para que un armatoste tan pesado vuele a esa altura? De Madrid al aeropuerto de Bruselas donde nos esperaba mi hermana, y de ahí en tren a Lieja, donde ella reside. Un poco de turismo por allí hasta el día siguiente que era el concierto. Lo que más me gustó de la ciudad fue un inmenso río que la atraviesa. El tiempo, totálmente distinto. Pasamos del calor español a un frío que hacía que lleváramos chaquetas en pleno mes de Julio.

Dos horas aproximadamente de viaje en coche, y nos plantamos en Amsterdam. Y allí... Hubo que esperar. Dejadme que os diga una cosa: jamás en la vida vuelvo a esperar horas en la entrada de un concierto. Pasamos frío, nos mojamos con la lluvia y aguantamos empujones variados. Pude ver poco de la ciudad, pero lo que vi me encantó. Hay que volver... Puntual como un reloj, el concierto comenzó. Los teloneros fueron los Pet Shop Boys, que no entiendo como son teloneros de nadie con la trayectoria que tienen a sus espaldas. Poco después salieron los Take That, pero solo los 4: Mark, Gary, Howard y Jason. Había dos escenarios, el grande y uno más pequeño central que estaba unido al otro por un pasillo. Nosotros nos pusimos al lado del pequeño. El grupo empezó con "Rule the world", y luego se pasaron al pequeño donde cantaron más temas.

El siguiente tema fue "Greatest day", donde miles de papelitos sobrevolaron el estadio. Fue genial, mágico. Después sonó "Hold up a light". En la foto podéis ver a Howard. En varios temas, Take that estuvieron acompañados de bailarines disfrazados que los acompañaban. Eso le dio un tono muy teatral que moló mucho.

Llegó el turno de "Patience", uno de los temas más celebrados de la noche, ya que simboliza el reencuentro del grupo tras su separación. Como veis, el Amsterdan Arena estaba a reventar. Casi 50.000 personas según dijeron...

La parte de los 4 terminó con "Shine", y fue una de las mejores de la noche. Hicieron una recreación del universo de "Alicia en el país de las maravillas", y fue una gozada. En la foto podéis verlo, aunque no se capta todo lo que sacaron. En la pantalla había un conejo cantarín (alias Robbie Williams) que esperaba. Los 4 se metieron en la pantalla y juntos cantaron "Sgt. Pepper's" de los Beatles. Acto seguido salió Robbie Williams al escenario.

!Y el recinto explotó! Robbie salió con "Let me entertain you" y fue un subidón con la gente saltando y cantando al ritmo de la música. Después vino "Rock DJ" y "Come undone".

El momento más íntimo vino con "Feel" y "Angels". Robbie se subió a una plataforma donde fue dando la mano al público para regocijo de los fans. Se emocionó en varios momentos hasta casi llorar. Así terminó su parte. He de decir que a mí me hubiera gustado que los temas hubieran estado más mezclados sin dividir en partes, y que todos hubieran cantado todo. La gente fuimos a ver a Take That, y a veces el concierto parecía Robbie Williams y los demás de acompañamiento. Pero en fín...

Mientras el grupo se preparaba para la tercera parte en la que ya cantaban juntos, los bailarines escalaban el escenario para formar la portada del disco, y quedó de lujo.

Subidos arriba del escenario, los 5 cantaron "The Flood", primer single de su último disco. Cuanto terminaron bajaron en mini elevadores, y Robbie se tiró de cabeza estilo "puenting".

El concierto siguió con "SOS", que no sonó tan cañero como en el disco, y "Underground machine", en el que tocaron ellos los instrumentos al estilo banda de Rock.

Volveron al escenario pequeño para tocar "Kidz", y fue otro momentazo de la noche. Hicieron un montaje de lucha entre tribus trivales, con bailes de break-dance incluidos. Al hilo de lo que decía del acaparamiento de Robbie, me dio pena comprobar como Howard y Jason perdían importancia respecto a los últimos tiempos. Se limitaron a bailar como en los principios del grupo, cuando han demostrado que cantan y componen tan bien como los demás.

Regreso al escenario grande para tocar "Pretty things" y hacer un mix algo caótico con temas viejos como "Babe" o "Back for good". Aquí se notó que la gente se sabía mejor los viejos éxitos, cosa que llegó al crescendo con "Pray", donde bailaron como hacían antaño.

Subidos en el muñeco gigante cantaron "Love love", su último single, para volver de nuevo al escenario pequeño. El muñeco era espectacular aunque no sirvió para mucho más, que lucir en el escenario. Me quedo con el elefante de la gira de "The Circus"...

Llegábamos a los momentos finales del show. Los 5 cantaron "Never forget" y se despidieron por unos minutos.

Mientras, el muñeco se puso en pie y nos mantuvo entretenidos un rato hasta que el grupo salió a hacer el bis.

Hiceron una intro de "No regrets" que no entendí demasiado, y terminaron con "Relight my fire" y "Eight letters".

Y se acabó. Como suele pasar en estos casos, se te pasa tan pronto que ni te enteras. Quizá tenía las expectativas demasiado altas (!como no tenerlas!) pero salí un poco decepcionado. El espectáculo me gustó, pero lo vi demasiado dominado por Robbie y algo caótico en ciertos momentos. No lo sé, puede que si lo volviera a ver me gustaría más, ya relajado y sin la presión del momento. Aún así ha sido un evento inolvidable en mi vida que no sé si se volverá a repetir, por lo que hay que valorarlo. Después de terminar, más coche y al día siguiente aeropuerto y avión hasta Madrid. Unas compritas en la capital aprovechando, y de vuelta a casa.