Un cumpleaños muy oriental

Me apetecía mostraros más momentos especiales vividos en los últimos días. Con motivo del 29 cumpleaños de mi hermana (Ay, que llegas a los 30, hermana) nos fuimos a cenar al restaurante chino. Allí nos esperaba un amigo que os sorprenderá y quizá algunos/as ya conozcáis: se llama Meng, y es tío genial con el que hemos congeniado mucho. Nos hemos hecho tan íntimos, que hasta hemos conseguido que un día fuera al Pachamama. Imagináos las caras de los allí presentes... Además, nos hacemos publicidad mutuamente. Fuera de la anécdota, da gusto encontrarse a gente que intenta escaparse de lo que se espera de ellos. Ya sabemos todos como son de cerrados los chinos. Hacen su vida entre los suyos, montan sus negocios en nuestro país y se cierran en banda (la mayoría de las veces) a tener contacto con los occidentales más allá de lo laboral. Sin embargo, cada vez hay más personas como Meng, que se preocupan de conocer nuestras costumbres, y lo más importante, de estrechar lazos que aferran los corazones...  No hay más fronteras que nuestra piel, las demás las ponemos nosotros...