¿Te acuerdas de... El bolígrafo de 10 colores?

En el colegio, como en tantas otras etapas de la vida, siempre ha habido distinciones entre unos y otros. Estaba los niños que llevaban el material escolar último modelo, y los que nos conformábamos con lo que se podía. El bolígrafo de 10 colores supuso una verdadera revolución en nuestra niñez. Llegabas un día a clase, sacabas tus bolis Bic normales y corrientes, y de repente alguien sacaba esta maravilla, mientras alardeaba de poderío. Tu abrías la boca sorprendido, pidiendo que te lo dejara para poder experimentar la sensación de manejar ese armatoste envidiado por todos. Pero el dueño te lo dejaba a regañadientes unos pocos segundos o ni eso, y tú te quedabas con la miel en los labios. Y durante el resto del día lo mirabas con deseo, imaginando las cosas que podrías escribir con él. Luego por la tarde tocaba dar la vara en casa para que te compraran uno igual, y así poder llegar orgulloso al cole y ser un tío importante por un día. Cuando lo tenías, te dabas cuenta que el boli era una castaña, que no valía para nada y que se rompía con facilidad. Sus 10 colores eran el rojo, azul oscuro, azul celeste, verde oscuro, verde claro, naranja, marrón, rosa, violeta y negro. Decían por ahí que había bolis con colores que tenían perfume, pero nadie logró verlos jamás...