jueves, 19 de mayo de 2011

Suma y sigue...


Antepenúltimos... Bueno, es mejor que ser los últimos, ¿no?... Nuestra historia con Eurovisión es de un surrealismo que tira para atrás. No nos vota ni Dios, pero ahí seguimos al pie del cañón año tras año, haciendo el ridículo, aguantando no sé muy bien por qué. Y a veces es que les damos motivos, porque la canción de Lucía Pérez era mala, anticuada y cutre. Claro que la que ha ganado de Azerbaiyán es también bastante regulera. Este festival es el frikismo absoluto y no se puede tomar en serio, pero por muy divertida que sea una fiesta a la que te invitan, si se están riendo de ti todo el rato te vas y ya no vuelves. Pero se ve que en España nos va la marcha. Por favor, dejemos de presentarnos o mandemos al Chikilicuatre forever... !Perrea, perrea!

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